Las Passivhaus (en alemán) o casa pasiva es un tipo de construcción de una vivienda en la que se utilizan recursos de la arquitectura bioclimática combinados con una eficiencia energética muy superior a la construcción tradicional.
El primer edificio construido con el estándar Passivhaus fue en 1990 en Alemania, y actualmente se estima que se han construido miles de casas con este estándar tanto en Alemania como en Austria.
Los principios sobre los que se sustentan este tipo de construcciones son:
- Aislamiento térmico: tanto en invierno como en verano, y tanto en las paredes exteriores como en la cubierta y la solera, deben tener una baja transmitancia térmica. Dependiendo del clima, se deberá optimizar el espesor del aislamiento.
- Ventanas y puertas: han de ser de altas prestaciones, ya que cualquier hueco por el que se pueda escapar el aire permitiría un gasto energético. Por lo tanto, las ventanas tienen que estar bien ubicadas y correctamente colocadas, normalmente con doble o triple vidrio.
- Sin puentes térmicos: la transmisión de la energía no solo se da en las paredes o techos sino también esquinas, juntas, etc. Para evitar escapes, no se podrá interrumpir la capa de aislamiento y habrá que usar un material con una resistencia térmica mayor.
- Hermeticidad del aire: en una construcción tradicional las corrientes de aire que se dan entre las ventanas o los huecos y grietas, provocan condensaciones interiores, particularmente durante los periodos más fríos del año, en las Passivhaus todo es más hermético y se logra una eficiencia elevada del sistema de ventilación mecánica.
- Ventilación mecánica con recuperación de calor: las personas y los electrodomésticos general calor y este calor es reaprovechado por el sistema de ventilación al precalentar el aire limpio entrante antes de expulsar el aire viciado. Para acondicionar el espacio bastaría con una pequeña estufa, con lo que evitaríamos tener que instalar un sistema convencional de calefacción.
De hecho, y aunque en un principio las Passivhaus, se han desarrollado como viviendas unifamiliares, este concepto puede extrapolarse a cualquier tipo de construcción, como hoteles, edificios de oficinas, etc.