La reactivación del mercado inmobiliario ha generado que muchos propietarios vean al fin una salida viable para vender una casa que llevaba tiempo en la rampa de salida. La baja demanda de los últimos años provocaba que fuera muy complicado encontrar comprador, sobre todo en los años más duros de la crisis. Mientras que en la actualidad, con el sector de la vivienda recobrando toda su fuerza, todo parecía indicar el regreso de los tiempos más felices, que a pesar de los buenos augurios, no han llegado en su totalidad.
No hay duda de que el mercado inmobiliario ha mejorado, pero desgraciadamente, no en la misma medida en todas partes. Mientras que la venta de pisos en Sitges, Sevilla, Castelldefels, Barcelona, Marbella, Madrid, Benidorm y en otras ciudades de un consolidado valor turístico crece como la espuma, en otros lugares, el crecimiento está siguiendo un ritmo (como es lógico) más lento, lo cual tiene una explicación muy sencilla.
La demanda ha crecido tanto que muchos han aprovechado el tirón para intentar dar salida a inmuebles, y la oferta se ha multiplicado por encima de cualquier expectativa. Mientras que antes era difícil vender por la falta de compradores, ahora la dificultad reside en la inabarcable oferta que se ha creado, en la que destacar es una ardua tarea. Por ello, pese al considerable aumento que ha experimentado el número de compradores, vender una casa sigue siendo una misión con no demasiadas opciones de éxito.
Así que si estás esperando saber los mejores consejos que te ayudarán a cerrar una operación, ya te adelantamos que estos no existen. Sentimos decirte que más allá de lo evidente, no hay nada que aumente tus probabilidades de venta.
¿Cómo vender una casa y no morir en el intento?
Al contrario de lo que puedas oír o leer en otra parte, no hay truco más allá que el de obedecer las leyes del mercado para que consigas vender tu propiedad. En cambio, lo que sí hay son errores muy habituales que reducen nuestras posibilidades de cerrar una operación. En muchas ocasiones, estos fallos se cometen sin que los propios perjudicados se den cuenta, pero para que a ti no te pase, aquí te los hemos recopilado en una lista para que tengas en cuenta qué no hacer a la hora de intentar vender una casa.
Inflar el precio
Recientemente vio la luz un estudio que afirmaba, con datos oficiales, que los propietarios inflaban un 20% de media el valor de sus propiedades a la hora de ponerlas en el escaparate inmobiliario. En ciudades de gran demanda como las que hemos mencionado anteriormente, es posible que incluso así, encuentres un comprador desesperado, pero si tu mercado es más reducido, no seas tan osado y adáptate a las leyes de oferta y demanda que haya en tu entorno.
Recuerda: nada espanta más a un comprador que un precio caro.
No quitar objetos personales
En la venta de casas de segunda mano existe una premisa clara por encima de cualquier otra:
tiene que dar la sensación de que ahí no ha vivido antes nadie.
Uno de los grandes fallos que se cometen cuando se intenta vender una casa es hacer una galería fotográfica de la misma y no quitar cuadros u objetos personales que ocupen el espacio de la vivienda. Puede parecer una tontería, pero no hacer esto puede provocar que la primera impresión de un interesado sea mala, y en ese caso, puedes despedirte de cualquier probabilidad de vender tu vivienda.
¿Un ejemplo? Esta vivienda a la venta en Calfell:
Ser excluyente a la hora de publicar las ofertas
No seas un vendedor sibarita, publica en todos los portales habidos y por haber, tanto en los especializados en el sector inmobiliario como en los generalistas, donde buscan piso un gran número de compradores. Piensa esto: si no te esfuerzas al máximo, seguro que hay alguien (posiblemente cuya casa en venta es mejor que la tuya) que lo está haciendo. No olvides ser sincero contigo mismo, si no tienes tiempo (o prefieres gastarlo en otros asuntos), contrata el servicio de una inmobiliaria y tanto la agencia como tú ganaréis.
Tener la casa en mal estado
En la venta de casas, este error es verdaderamente grave. Pongamos que eres uno de esos privilegiados que ha conseguido la llamada de un posible comprador para concertar una visita al piso (¡y sin la ayuda de una inmobiliaria!). Lo que debería ser una venta prácticamente segura puede irse al traste si no le pegas un vistazo previo al inmueble. Asegúrate de que todo está en orden, de que no hay desperfectos, manchas de suciedad, muebles en mal estado… En concreto, cualquier descuido a nivel estético o higiénico en la cocina y sobre todo, en el aseo puede penalizar en gran medida cualquier pretensión de vender una casa. Así que vigila esto a conciencia si no quieres que se te esfume una venta cuando la tienes en tus propias manos.